Acerca del bocio y los nódulos
La escasez de yodo en la dieta es la principal causa del aumento del tamaño normal de la tiroides, mejor conocido como bocio. De hecho, alrededor de 700 millones de personas en todo el mundo se ven afectadas por la deficiencia de yodo.
¿Cómo reconocer un bocio?
El bocio se puede formar cuando la glándula tiroides intenta compensar la deficiencia de yodo y la baja y/o fallida producción asociada de hormonas tiroideas. Es a través de este proceso, que la glándula se agranda progresivamente y comienza a crecer desde su tamaño normal.
Una persona con la tiroides muy agrandada, puede tener problemas para tragar y respirar. La Asociación Americana de Endocrinólogos Clínicos (AACE), recomienda el denominado “chequeo del cuello” para ayudar a las personas a reconocer un posible aumento de la tiroides.
Sin embargo, la simple clasificación visual puede ser imprecisa, debido principalmente a la posibilidad de error humano y a variaciones en la anatomía individual (por ejemplo: un cuello musculoso puede ocultar una tiroides agrandada) y no debe servir en ningún modo como un sustituto de un diagnóstico específico de un profesional de la medicina.
¿Cómo reconocer un nódulo?
Los nódulos tiroideos son sobrecrecimientos anormales de tejido en la glándula tiroides. Algunas personas desarrollan un nódulo mientras que otras desarrollan muchos. Los nódulos tiroideos son relativamente comunes, casi la mitad de las personas tienen al menos un nódulo, cuando llegan a la edad de 60 años. Al igual que con el bocio, la formación de nódulos tiroideos puede ser causada por la insuficiencia de yodo en la dieta.
Los nódulos tiroideos se clasifican por escaneo y se denomina fríos, tibios y calientes.
- Frío: si un nódulo no produce hormonas tiroides, el 85% son benignos (no cancerosos).
- Tibio: el 90% de nódulos son benignos.
- Caliente: si el nódulo produce hormonas tiroides y se muestra más oscuro, el 95% de los casos son benignos.
Aproximadamente 85% de los nódulos son fríos, 10% tibios y 5% calientes.
Inicialmente, la mayoría de los nódulos tiroideos no causan síntomas notorios. A menudo no se descubren hasta el siguiente examen médico de rutina o en pruebas de imagen, como la tomografía computarizada (TC) o la ecografía cervical, realizadas por razones no relacionadas. A medida que crecen los nódulos tiroideos pueden presentarse los siguientes síntomas (aunque esto es bastante raro):
- Dificultad para tragar o dolor al tragar6
- Dificultad para respirar
- Ronquera6
- Síntomas de hipertiroidismo en el caso de los nódulos calientes.
Al presentarse dificultades respiratorias, ronquera, dolor intenso y/o signos generales de enfermedad, como fiebre y dolor en las articulaciones (ya que estos síntomas son posibles signos de nódulos de crecimiento rápido, tiroides aumentada o inflamación tiroidea), se debe consultar a un médico inmediatamente. Si crees que se ha formado un nódulo en tu glándula tiroides, puedes realizar el llamado “chequeo cervical”, según lo establecido por la Asociación Americana de Endocrinólogos Clínicos.
Diagnóstico y tratamiento
Después de un sencillo examen físico realizado por un médico, se toma una muestra de sangre para determinar si hay una cantidad suficiente de la hormona TSH en el torrente sanguíneo. Esta hormona es un indicador de si la glándula tiroides funciona normalmente. La ecografía se realiza para determinar el tamaño real de los nódulos y la glándula tiroides. Dicho examen es completamente indoloro.
¿Cómo se tratan el bocio y los nódulos?
No todos los bocios y nódulos requieren tratamiento. Dependiendo de su tipo y tamaño, su desarrollo podría ser solamente observado con regularidad. En general, existen tres tratamientos; sin embargo, la elección de la terapia depende del diagnóstico de cada paciente. El objetivo principal del tratamiento es reducir la glándula tiroides agrandada y los nódulos.
Tratamiento con medicamentos
Para el bocio y nódulos que se presentan debido a deficiencia de yodo se puede administrar suplementos de yodo. Si el bocio se debe a la tiroiditis de Hashimoto y se tiene hipotiroidismo, se te administrará la medicación adecuada para restaurar los niveles de la hormona tiroidea a la normalidad. Cuando el bocio y los nódulos se acompañan de hipertiroidismo (por ejemplo, en el caso de los nódulos calientes), se prescriben medicamentos adicionales.
Terapia con yodo radiactivo
El yodo radioactivo se administra en una sola dosis, en forma de cápsula o líquido. Se introduce en la glándula tiroides a través del torrente sanguíneo, donde se almacena y provoca la contracción del tejido tiroideo debido a la radiación de corto alcance.
Cirugía de tiroides
Cuando se detecta un crecimiento maligno en la tiroides, se debe extirpar toda la glándula a través de cirugía; además, la glándula tiroides puede ser parcial o completamente eliminada si un bocio o nódulo están causando una inmensa molestia. Después de este procedimiento, se requiere un tratamiento para reemplazar la producción de la hormona tiroidea.
Independientemente de la terapia utilizada –y para ayudar a prevenir los trastornos de la tiroides– siempre debes asegurarte una ingesta adecuada de yodo en tu dieta.