Menopausia y tiroides
El hipotiroidismo es una enfermedad que afecta, mayoritariamente, a la población femenina. Una de cada ocho mujeres de entre 35 y 65 años puede llegar a sufrir esta disfunción tiroidea. Pero a mayor edad, mayor probabilidad. Una de cada cinco mujeres mayores de 65 años puede llegar a padecerlo.
El hipotiroidismo, al igual que otras disfunciones tiroideas, están íntimamente ligado al ciclo reproductivo de la mujer. Conforme pasan los años, la mujer se va a acercando a lo que se conoce como la perimenopausia; es decir, el período cercano a la menopausia, donde ya se empiezan a producir ciertos cambios hormonales. Los síntomas más habituales son:
- Menstruaciones irregulares o ausencia de ellas
- Sequedad vaginal
- Disminución de la libido
- Acaloramiento o sofocos
- Sudoración excesiva
- Insomnio
- Cansancio
- Problemas de atención y memoria
- Irritabilidad
- Depresión
- Debilitamiento de uñas
- Caída del cabello
- Dolores articulares
En ocasiones los síntomas de la menopausia suelen confundirse con los síntomas de una alteración tiroidea, pues muchos coinciden, aunque también puede suceder lo contrario. Un desorden en la glándula tiroides puede aparentar un inicio temprano de la menopausia.
Esta confusión puede llevar en ocasiones a no tratar el problema de base, y la realidad es que, con el tratamiento adecuado, desaparecerían los síntomas y la mujer normalizará su ciclo menstrual.
A partir de los 40 años el número de casos diagnosticados aumenta, y es recomendable comenzar a hacer controles periódicos, aunque no se detecten síntomas evidentes. El climaterio femenino no es una enfermedad, sino un estado fisiológico. Pero esta fase implica una necesidad de mayor control médico para evitar una pérdida de la calidad de vida de la mujer.