Mi tiroides
Acerca del cáncer de tiroides.
Acerca del cáncer de tiroides
En la mayoría de las regiones del mundo, la incidencia del cáncer de tiroides ha aumentado en las últimas décadas, pero la mortalidad relacionada ha ido disminuyendo. Las tasas de incidencia en los países de ingresos altos son el doble de las de los países de ingresos bajos y medios.
Tipos de cáncer de tiroides
El cáncer de tiroides se clasifica de acuerdo al tipo, tamaño y su tendencia a propagarse. El cáncer de tiroides suele tratarse y puede curarse mediante cirugía. Existen cuatro tipos principales de cáncer de tiroides:
El cáncer papilar de tiroides es el tipo más común, representando el 70 a 80% de los casos y puede presentarse en cualquier edad. Se trata de un tumor de crecimiento lento con tendencia a propagarse a los ganglios linfáticos del cuello.
El cáncer folicular de tiroides, que comprende del 10 al 15% de los casos, también es de crecimiento lento y puede propagarse a los ganglios linfáticos, el torrente sanguíneo y tejidos más distantes, incluidos los huesos y los pulmones.
El cáncer medular de tiroides representa alrededor del 2% de los casos y por lo general se presenta con niveles de calcitonina anormalmente altos. Es de crecimiento lento y tiene un componente genético importante; por lo cual, los miembros de la familia del paciente deben hacerse pruebas sobre mutación genética.
El cáncer anaplásico de tiroides es el tipo menos común de cáncer de tiroides, que representa menos del 2% de los casos. Es un tumor de rápido crecimiento que se propaga velozmente y es difícil de tratar.
¿Cómo se diagnostica el cáncer de tiroides?
El cáncer de tiroides a menudo se desarrolla en bultos o nódulos sin causar síntomas. Los nódulos se detectan a menudo incidentalmente, por ejemplo, mediante tomografía computarizada o ultrasonidos realizados por otras razones. El examen de la tiroides es realizado por ultrasonido tiroideo. Un examen microscópico del tejido tomando una muestra por biopsia a través de una aspiración con aguja delgada mostrará si hay células cancerosas y, en el caso de diagnóstico, qué tipo de cáncer es. Afortunadamente, menos de uno de cada 10 nódulos son cancerígenos.
El diagnóstico de cáncer de tiroides genera un fuerte impacto, y suele venir acompañado por una avalancha de emociones, como tristeza, miedo, ira e impotencia. Aprender más sobre tu enfermedad y la atención médica disponible puede ayudarte a superar tu miedo y cualquier sentimiento de impotencia. También te permite participar activamente en el proceso de tratamiento. La buena noticia es que el cáncer de tiroides puede ser tratado y a menudo, curado.
Tratamiento del cáncer de tiroides
De acuerdo con la Asociación Americana de la Tiroides, el tratamiento primario para todas las formas de cáncer de tiroides es la extirpación de una parte o de toda la glándula de la tiroides mediante cirugía. Si el tumor ya se ha diseminado en los ganglios linfáticos del cuello o parte superior del pecho, estos ganglios también serán eliminados. Después de la extracción de la tiroides, se te prescribirá la medicación adecuada que es biológicamente idéntica a la tiroxina. Tendrás que tomarla de manera permanente.
Si tu tumor es grande o se ha diseminado a otros tejidos, probablemente tu médico recomendará terapia con yodo radiactivo (RAI) después de la cirugía. La RAI matará las células cancerígenas restantes, incluso las que están en tejidos más distantes. Debes hablar con tu médico acerca de cómo equilibrar los riesgos potenciales frente a los beneficios de este tratamiento.
En pacientes con estados avanzados de cáncer de tiroides, la cirugía y el tratamiento RAI pueden no funcionar. Tu médico te propondrá radioterapia, quimioterapia o una combinación de ambos.
Después de un tratamiento exitoso, se necesitan exámenes de seguimiento periódicos para asegurarse de que el cáncer no ha vuelto. Estos chequeos incluirán exámenes físicos y de ultrasonido del área del cuello y análisis de sangre. Los análisis de sangre mostrarán si estás recibiendo la cantidad correcta de tiroxina y monitorearán la presencia de tiroglobulina. Después de la eliminación de la tiroides y el tratamiento RAI, tu cuerpo ya no debe producir la proteína tiroglobulina (una proteína que sólo se produce en la glándula tiroides). Si aparece en un análisis de sangre, entonces es probable que tu cáncer de tiroides haya regresado.
Nota: De acuerdo con la Asociación Americana de la Tiroides, los pacientes menores de 45 años con un tumor de tamaño pequeño o un cáncer confinado a la glándula de la tiroides tienen una excelente tasa de recuperación. Para estos pacientes, la tasa de supervivencia a 10 años es de 100%. Para todos los pacientes con cáncer de tiroides diagnosticados en EUA entre 2006 y 2012, se ha reportado una tasa de supervivencia a cinco años de 98.1%.
Referencias
- La Vecchi C, Malvezzi M, Bosetti C et al. Thyroid cancer mortality and incidence: a global overview. Int J Cancer 2015; 136: 2187–2195.
- National Cancer Institute. Thyroid cancer treatment (PDQ®) — patient version. Disponible en: https://www.cancer.gov/types/thyroid/patient/thyroid-treatment-pdq#section/_27. Último acceso: Febrero de 2017
- American Thyroid Association. Thyroid cancer (papillary and follicular). Disponible en: http://www.thyroid.org/wp-content/uploads/patients/brochures/ThyroidCancer_brochure.pdf. Último acceso: Febrero de 2017
- National Cancer Institute. Cancer stat facts: thyroid cancer. Disponible en: http://seer.cancer.gov/statfacts/html/thyro.html. Último acceso: Febrero de 2017
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